El sapo que se convirtió en príncipe….a no no no al revés!

Continuando un poco con la nota anterior debo confesarles que no siempre cuando se besa a un sapo este se convierte en príncipe, a veces queda igual o hasta se convierte en algo aun peor.

            El sapo en cuestión luego del encuentro de esa noche comenzó a tener comportamientos extraños para lo que una venia acostumbrada con respecto a los hombres. Al día siguiente no solo escribió, sino que llamo (y no solo una vez) y me fue a buscar a un cumple en el que yo estaba con amigos. Todos comportamientos que me llamaron mucho la atención. Durante la semana me llamaba varias veces por día, me puso gratis al cel y quería verme todo el tiempo. Muy sorprendida con sus actitudes trate de poner freno a la situación y me hice pasar x enferma como dos semanas para no verlo, me asustaba un poco su comportamiento.

            Finalmente charlamos esta situación y parecía que la cosa había quedado clara, él venia de terminar una larga relación y quería sacar un clavo con otro y yo no quería ocupar ese lugar. El parece que entendió al pie de la letra lo que le dije y paso de llamar 5 veces por día a 0, de mandar mil mensajitos a uno y de verme todos los días a solo los domingos a las 7 de la mañana (este no es un detalle menor). Situación que requirió una nueva charla la cual termino en típicas frases como: “no sos vos soy yo”, “yo no te merezco sos muy buena mina” “yo no me enamoro mas” “te mereces alguien mejor” distintas formas que usan los hombres para decirte de una forma mas sutil que no te quieren ver más.  

            Entre idas y vueltas año y medio estuvimos con el sapo, siempre esperando que la historia terminara feliz como en las novelas que tanto vi o mejor dicho que me torture mirando desde chiquita. Pero no justamente esta historia no termina feliz, a el se lo trago un tiburón en el medio del mar, buenoooo nooo eso lamentablemente no paso, esta vivito y coleando (frase que delata que me llegaron “los 30”) disfrutando de su nueva vida en un nuevo lugar; y yo…..y yo que les puedo decir, como siempre tratando de aprender de las cosas que me pasan y de tomármelas con humor. Como reflexión me queda citar una frase que me dijo un día un gran amigo: “Todo lo que sucede conviene”